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En menos de un mes, el Banco de España se ve obligado a descartar su estimación menos pesimista sobre el impacto de la Covid-19 en la economía. Este lunes el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha explicado que “ante la magnitud de la perturbación” de la pandemia, la hibernación de la actividad provocará una contracción “muy severa” del PIB este año, de entre el 9,5% y el 12,4% este año. En el 2021, la recuperación no permitirá alcanzar el nivel previo a la crisis, ya que el avance económico oscilará entre el 6,1% y el 8,5%. El gobernador ha defendido la necesidad de mantener las políticas de apoyo a las rentas de empresas y familias, aunque producirá que el endeudamiento público se dispare. Al tiempo, ha reclamado dibujar cuanto antes, de cara al medio plazo, un programa de reformas estructurales y “planes plurianuales” de reducción del déficit.

Planes plurianuales

El supervisor reclama una revisión “exhaustiva” del gasto

“En el corto plazo, no cabe una retirada prematura de las medidas fiscales de emergencia, pues esto aumentaría el riesgo de que el crecimiento económico sufriera daños más duraderos. Sin embargo, la contrapartida necesaria de este activismo fiscal frente a la pandemia es el anuncio temprano de una estrategia de reducción de los desequilibrios fiscales para su implementación posterior”, ha declarado el gobernador ante la comisión parlamentaria de Asuntos Económicos.

Incertidumbre

Cos advierte de daños estructurales si la crisis se prolonga

Cos ha avisado además de la elevada incertidumbre y de las posibilidades de empeoramiento de las proyecciones. “Lo que se ha confirmado en las últimas semanas es que la recuperación no estará exenta de dificultades, sin que se puedan descartar escenarios más desfavorables que los considerados actualmente”, ha señalado. También ha advertido del riesgo de que, si se prolonga la crisis, haya daños estructurales.”Existen algunos indicios tentativos que apuntan a que, en el largo plazo, podrían producirse reducciones en la demanda de algunas ramas, como el comercio minorista, y aumentos en la de otras, como la logística, la tecnología o los sistemas de información”.

Sobre el ajuste fiscal, el máximo responsable del Banco de España apuesta por una “revisión exhaustiva y rigurosa” del gasto, eliminando los de carácter “superfluo”. Así mismo se inclina por revisar el sistema impositivo, poniendo el foco en los beneficios fiscales, además de defender la implantación a nivel internacional de nuevos impuestos como sobre las grandes corporaciones digitales.

Hernández de Cos ha destacado que el gasto se va a incrementar por las necesidades de asistencia sanitaria, las pensiones por el envejecimiento de la población, la implantación del ingreso mínimo vital y de políticas para la mejora de la capacidad de crecimiento del PIB, centrada en la inversión en I D i y la mejora de la formación de los trabajadores. También ha insistido en acometer otros cambios de calado como la modificación de los tipos de contratos para luchar contra la dualidad del mercado laboral.

En cuanto a las medidas de emergencia aplicadas, el Banco de España calcula que, sin tener en cuenta los avales del Estado a través del ICO, equivalen al 3% del PIB –más de 30.000 millones de euros–.

A finales de abril, el organismo supervisor ya publicó su primera aproximación al impacto del coronavirus, cuando estimó que la contracción de la economía oscilará este año entre el 6,8% y el 12,4%. Planteando tres escenarios diferentes, que iban de ochos semanas de confinamiento a doce, la media anual de tasa del paro puede subir entre el 18,3% y el 21,7%. El Banco de España estimó también que el aumento del gasto público y la caída de los ingresos generará un déficit de las administraciones del 7% al 11% del PIB, mientras que la deuda oscilaría del 110% al 122% del PIB.

 

Fuente:www.lavanguardia.com/economia/20200518/481245879231/banco-espana-crisis-coronavirus-impuestos-deficit.html